Valerian - Alexandre Desplat

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Si algo caracteriza el cine de Luc Besson es su gran sentido estético; la creación de mundos imaginarios, futuristas es algo que el realizador francés indudablemente sabe hacer de forma magistral.

Y aunque Valerian sigue el estilo de Besson y es sin duda un gran deleite visual, la verdad es que no pude evitar salir de este nuevo encuentro con el director, sintiendo una especie de vacío y no hablo de ese vacío existencial que dejan las obras que cuestionan nuestro sentido de vida, sino ese vacío que queda al haber estado más de dos horas frente a un proyecto visualmente hermoso pero algo insulso y sin profundidad; la verdad es que al final "hasta la belleza cansa" y debo admitir que después de tanto efecto solo esperaba ver los créditos finales.

El problema de Valerian además de tener una historia algo simple, es el poco desarrollo de sus personajes con los que realmente es muy difícil conectarse, y curiosamente aquel personaje con el cual uno empieza a tener algo de afinidad, la alienígena Bubble, se diluye de una forma algo tonta que tristemente no le hace justicia.

No obstante si algo podríamos destacar además de lo visual sería su música; en esta ocasión Luc Besson, quien usualmente había trabajado con el compositor galo Eric Serra, acude al también francés Alexandre Desplat que nos concede una bonita y divertida partitura con sonidos sinfónicos, que tanto le hacen falta al cine de hoy.

Eso si, debo aceptar que mi parte favorita estuvo en manos de Julien Rey, editor que ha trabajado desde hace varios años con Besson y que fue el genio detrás de “Bubble Dance”, la entretenida canción que suena durante la presentación de Rihanna.