Si me permitiera escribir en una frase esta reseña diría que Han Solo: una historia de Star Wars (Solo: A Star Wars Story),  es sencillamente apasionante. No obstante, eso no resumiría el espectáculo que nos brinda Ron Howard con un spin-off que cala perfectamente en la saga. La historia se desarrolla en la juventud de Solo en donde relatan cómo llega a ser el mítico piloto del Halcón Milenario: la relación con Chewbacca y Lando Calrissian desde sus raíces y las primeras aventuras que lo harían rozar la resistencia. El clásico personaje que se ha convertido en una referencia obligada del cine (tanto contemporáneo como del siglo XX), atrapa con su humor cómico y su valentía abrazadora.

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La creación de personaje-historia, ideado mediante el guion de Lawrence Kasdan y John Kasdan e interpretado por Alden Ehrenreich, responde a las exigencias del nuevo público de esta saga. Como señalé en la reseña de varios meses atrás de Star Wars: The Last Jedi, las entregas de esta colección se enfrentan en la actualidad a generar un contenido que satisfaga tanto a los seguidores originales que crecieron bajo la estética y la línea narrativa original de la historia, y a las nuevas generaciones que se han sumado para dejarse encantar por la trama. En ese orden, contar episodios de aventura ahora implica ampliar el universo de George Lucas por medio de nuevos enigmas, de incógnitas que, indirectamente, se responden. De trazar lazos con los antiguos episodios, con tanta curia que invita a los espectadores a volver a ver las anteriores películas. En Han Solo vemos cómo se abren nuevos misterios y cómo otros viejos encuentran un punto común para nuestro entendimiento; nos dan un vistazo en una capa mucho más profunda e íntima de la saga.

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La banda sonora estuvo detrás de John Powell, el compositor británico que ha dado musicalidad a cantidad de películas animadas y de aventura, entre ellas Cómo entrenar a tu dragón, La era del hielo, Kung fu Panda o Shrek, con John Williams, el padre de todas las bandas sonoras de los episodios de Star Wars hasta el momento, involucrado en el proceso de creación. En esta entrega, el mundo de la galaxia no le quedó grande a Powell: la composición es intrépida y excitante, induciendo a una tensión que recorre todos los plot-twist que trae la historia. Con piezas heroicas entusiastas, Powell genera una banda sonora que retrata a Han Solo en cada parte: sus tristezas que no se dan por vencidas, el amor que lo induce a actuar, la soberbia que lo protege y lo impulsa y los lazos de lealtad, para él inquebrantables. El trabajo de Powell bajo el legado de Williams mantiene la linea que resume esta reseña: la forma de que lo clásico converja con lo nuevo

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Si usted está dudando por verla, si es de aquellos fanáticos puristas que no conciben las nuevas entregas que los últimos años nos han dado, créame no se arrepentirá de ir a las salas a disfrutar la cinta. Han Solo: una historia de Star Wars, trae el viejo espíritu de los episodios 4, 5 y 6 y nos conmueve de sobremanera con el resultado del episodio 7 y 8.