King Arthur: Legend of the Sword - Daniel Pemberton

 

 

El director inglés Guy Ritchie tenía un doble reto a la hora de presentar una nueva versión de “El Rey Arturo”. Primero tenía que marcar una clara distancia de todas sus predecesoras; y segundo, pero no menos importante, debía tratar de borrar el tibio resultado de su anterior producción, “The Man from U.N.C.L.E” (2015).

​

Para quien esto escribe es muy difícil remontar algunas versiones de la mesa redonda y sus caballeros como la inmortal obra animada de los estudios Disney en “La Espada en la Piedra” o la versión presentada por el director Jerry Zucker en “Lancelot. EL Primer Caballero”; y si hablamos musicalmente, superar lo hecho por George Burns en 1.963; por Jerry Goldsmith en 1.995; o por Hans Zimmer en 2.004 en la versión homónima, no era cualquier tarea para Daniel Pemberton.

 

Pero nos hemos encontrado con una cinta destacable desde su montaje, muy bien narrada, con un enfoque diferente y musicalmente exquisita.

​

El álbum en este caso inicia con una pequeño corte de introducción, pero que le brinda adecuadamente la entrada a un segundo lleno de aires galeses, acompañado por fuertes percusiones y cuerdas tradicionales, adaptados a ritmos contemporáneos que acompañan magistralmente el inicio de la película.

​

Pero musicalmente lo mejor para mi gusto llega en el corte 3. Allí Pemberton nos ofrece una pieza llena de violencia, velocidad y frenesí que retrata de la mejor manera la infancia y adolescencia de Arturo en las calles londinenses, lo cual se reiterará en la pista 14 cuando Arturo escapa de los soldados de Vortigern.

​

La obra en general está llena de sutilezas, sonidos electrónicos y algunas estridencias que reflejan el carácter del protagonista, así como su conflicto interno y su capacidad para interrelacionarse con aquellos extraños que se acercan a su nueva vida.

Finalmente recomendamos la pista 26 “The Devil and the Hunstaman”, una pieza cantada por Sam Lee y que originalmente fue conocida como “The Wild Wild Berry” y que sirve para finalizar la historia.

​

Así las cosas, Pemberton, quien decidió acompañar a Ritchie por segunda ocasión, nos ha traído una gran Banda Sonora que bien vale la pena escuchar completamente para apreciarla de la mejor manera.

 

 

 

 

​

​